CARTA A CAPERUCITA ROJA
NIÑA DE CUENTO, TE PIDO AYUDA
NO ME ABANDONES CON ESTA DUDA.
¿ANDABAS TAN ENCAPERUZADA
QUE —A CAUSA DE ESO— NO VEÍAS NADA?
¿CÓMO ES POSIBLE, CAPERUCITA,
QUE CONFUNDIERAS A TU ABUELITA?
¿TAL VEZ TENÍA CARA DE LOBA?
¿ERA TAAAN RARA...?
(¿O TÚ ERAS BOBA?).
Autor: ELSA BORNEMANN
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